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Fatiga pandémica y empresa

¿QUÉ ES LA FATIGA PANDÉMICA?

La fatiga pandémica es un estado de ánimo que sufre una persona como consecuencia del mantenimiento en el tiempo de la pandemia COVID 19 y las restricciones y cambios que lleva aparejados. La perspectiva de que esta situación se va a prolongar en el tiempo, como mínimo hasta el otoño de 2021, puede incrementar la incidencia y la gravedad de la fatiga pandémica.

Este estado de ánimo se manifiesta como preocupación, ansiedad, temor al futuro, tristeza y, en algunos casos, enfado y agresividad. Esta sintomatología afecta negativamente a las actividades de la vida diaria de las personas afectadas, tanto en el entorno familiar, laboral como social.

En determinados ámbitos se habla de fatiga pandémica para referirse al incumplimiento de las normas y restricciones establecidos para evitar la diseminación del virus. Diversos expertos coinciden en señalar que este no es un problema que esté ocurriendo.

¿A CUÁNTAS PERSONAS AFECTA LA FATIGA PANDÉMICA?

Se estima que, como mínimo, 75% de la población siente este estado de ánimo.

En octubre de 2020 el Centro de Investigaciones Sociológicas Español (CIS) realizó un estudio sobre los efectos de la pandemia del coronavirus algunos hallazgos muy relevantes, relativos a la población son:

  • 85% de la población cree “Que esta pandemia va a durar mucho más”
  • 91% se han sentido “preocupados” y 76% se ha sentido “Especialmente tenso o ansioso” en algún momento (25% la mayor parte del tiempo)
  • 78% de la población en España tiene sentimientos de “Inquietud y temor ante el futuro”
  • 69% se ha sentido “Triste”
  • 60% de los españoles siente “Miedo por no recuperar la vida tal como era”
  • 58% ha pensado en algún momento “Que él mismo podría ser una víctima mortal de la pandemia”

¿CÓMO AFECTA A LOS TRABAJADORES Y A LAS EMPRESAS LA FATIGA PANDÉMICA?

La fatiga pandémica afecta tanto a las personas que trabajan desde casa como a las que lo hacen presencialmente. El miedo y la ansiedad pueden ser abrumadoras y el estrés consecuente puede provocar agotamiento mental, reducir la concentración y la productividad, incrementar los errores y ser causa de accidentes y bajas laborales.

¿DEBEN HACER ALGO LAS EMPRESAS ANTE LA FATIGA PANDÉMICA?

La fatiga no es causada por las empresas ni el entorno laboral, pero las empresas se ven afectadas negativamente. Los trabajadores que reciben apoyo apropiado pueden desarrollar resiliencia a la fatiga y reducir los efectos negativos para empleados y empresa. Además, el vínculo emocional positivo entre empresa y trabajador se incrementa cuando el trabajador se siente entendido y apoyado en situaciones extremas como la actual.

¿QUE PUEDEN HACER LAS EMPRESAS PARA ALIVIAR LA FATIGA PANDÉMICA?

Se realizó estrategia proponiendo intensificar los esfuerzos en la lucha contra la fatiga pandémica, señalando la importancia de adoptar estrategias para combatirla. Entre las medidas propuestas incluye “Garantizar la disponibilidad y el fácil acceso a los servicios de salud mental y apoyo psicológico y social para las personas que los necesiten”.

Las empresas pueden apoyar también a sus colaboradores para reducir la frecuencia e intensidad e la fatiga proporcionándoles consejo y apoyo en aspectos como los siguientes:

  • Bienestar físico, promoviendo hábitos de sueño suficientes, dieta saludable y ejercicio porque aumentarán la energía, mejorarán el estado de ánimo y fortalecerán el sistema inmunológico.
  • Gestión apropiada del consumo de noticias relacionadas con la pandemia. Demasiadas noticias sobrecargan las emociones negativas y agotan.
  • Reducir los niveles de estrés.
  • Fomentar el contacto social con compañeros fomentando la interacción, aunque sea virtual. El aislamiento social puede ser un enorme estresor.
  • Entrenar el reconocimiento y aceptación de las emociones desagradables.
  • Proporcionar información equilibrada sobre la pandemia para contrarrestar el exceso de información catastrofista y fomentar la reflexión positiva. Reemplazar los pensamientos y miedos injustificados por otros más realistas.
  • Ayudar a crear nuevas rutinas y pasatiempos que generen bienestar y sean compatibles con la situación.

Fuente: https://www.observatoriorh.com/orh-posts/fatiga-pandemica-y-empresa.html

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Cómo puede ayudarte el coaching en esta pandemia

La actual crisis sanitaria y la situación de confinamiento que vivimos están teniendo, más allá de la salud, muchos otros impactos en la vida de las personas que son, en muchas ocasiones, también causantes de un elevado nivel de preocupación, ansiedad y estrés. El teletrabajo, el desempleo o el impacto del confinamiento en las relaciones familiares son algunos ejemplos. Estas son situaciones nuevas para muchas personas, que nos obligan a reorganizar nuestras prioridades, nuestra manera de vivir y de trabajar, nuestras relaciones familiares… Y todo ello con una importante influencia en nuestro estado anímico y en la calidad de la convivencia dentro de nuestros hogares.

Si pensamos en el home office, éste implica muchas veces no sólo una mayor carga de tareas, sino nuevas competencias digitales que a veces no tenemos, nuevas formas de colaboración y de relación a las que no estamos acostumbrados, nuevas formas de organización del tiempo sin lo cual es difícil ser eficaz, por no hablar del impacto en la vida familiar si la armonización del trabajo y de las tareas familiares no está bien conseguida.

Según afrontemos el home office éste puede ser liberador o esclavizador, una trampa o una oportunidad, una ocasión para armonizar mejor la vida laboral, familiar y personal, o lo contrario, una sobrecarga de tareas encadenadas que nos lleva a sacrificar el tiempo personal y de descanso. No es tan fácil.

Encontrarnos ante una situación de desempleo introduce un elevadísimo nivel de incertidumbre en nuestras vidas: ¿podré afrontar mis cargas económicas?, ¿encontraré otro trabajo después?, y nos obliga a responder preguntas que no son sencillas: ¿por dónde empezar a buscar un nuevo empleo?, ¿cómo reinventarme profesionalmente?, ¿cuáles son mis mayores fortalezas que debo poner en valor?, ¿debería aprovechar para seguir formándome?, ¿en qué?…

Junto con todo esto, los cambios en la convivencia intrafamiliar, causados por el estado de confinamiento, introducen nuevos retos en las relaciones interpersonales que a veces nos superan, apareciendo roces, conflictos y desencuentros.

Por todo ello es normal que a veces nos sintamos superados, agobiados y tensos y que sintamos que no tenemos los recursos suficientes para afrontar este tipo de situaciones.

Pedir ayuda y dejarnos acompañar es lo mejor que podemos hacer. Y ante este tipo de situaciones es donde el coaching puede ser de gran ayuda. Porque la especificidad del coaching, y más en el modelo dialógico propio del IDDI, respecto a otro tipo de acompañamiento, se centra en saber acompañar este tipo de retos, retos concretos para los que necesitamos salir con buenos planes de acción. Y las herramientas propias del coaching están orientadas hacia ello. Un buen coach profesional te acompañará para que seas tú quien encuentre las mejores soluciones para tu situación concreta, que seas tú quien conecte con tus mejores recursos y fortalezas y encuentres soluciones únicas alineadas con tus valores y metas.

A veces pensamos que este tipo de retos son poco importantes, y aguantamos situaciones de mucho estrés sin pedir ayuda. Nosotros pensamos que más bien es lo contrario y que organizarse bien, saber gestionar el tiempo, diseñar un plan para buscar trabajo, resolver un conflicto surgido con el jefe, o enfocar el teletrabajo de la manera adecuada, son cosas muy relevantes y de gran impacto en nuestras vidas, por las que podemos solicitar un acompañamiento de coaching.

Fuente: https://www.observatoriorh.com/opinion/como-puede-ayudarte-el-coaching-en-esta-
crisis-del-coronavirus.html

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Crear una atmósfera agradable y amistosa a tu alrededor es posible

Generalmente nos sentimos atrapados en situaciones desagradables creyendo que somos víctimas de las circunstancias. Esto nos genera mucha frustración e impotencia pues desearíamos que las otras personas respondieran de diferente manera para evitar conflictos y disfrutar de más momentos agradables.

Si bien es cierto que no podemos cambiar a los demás, existen una serie de acciones que pueden generar cambios contundentes en nuestro entorno.

Lo primero para transformar lo que sucede entre nosotros y las demás personas consiste en tener un comportamiento más consciente, para lo cual necesitamos estar más atentos. Cuando logramos enfocar nuestra atención en lo que sucede y nos damos tiempo para digerir y asimilar, es más factible que respondamos conscientemente. De otra manera reaccionamos inconscientemente y obtenemos resultados contrarios a lo que deseamos. Cuando alguien nos insulta, reaccionamos inmediatamente regresando el insulto, no nos tomamos ni un minuto para entender lo que sucede. Reaccionar es diferente a responder, la reacción es automática y la respuesta es consciente. De aquí que podamos responder de diferentes formas: no asertivamente, agresivamente o asertivamente.

Una persona asertiva esperará, escuchará el insulto y reflexionará para responder. Nuestra respuesta es tan trascendente que impactará en la atmósfera de alrededor.

Si nos sentimos ofendidos o lastimados con el insulto ¿cómo podemos responder asertivamente?

– Si agredimos al ofensor existe una gran probabilidad de que nos insulte nuevamente y dañemos la relación.

– Si nos quedamos en silencio, sin responder, probablemente se repita la situación porque no estamos poniendo un límite.

Así que responder asertivamente significa saber lo que queremos y lo que necesitamos, haciéndolo claro para otros y actuando de manera auto dirigida.

Porque el área de libertad personal está limitada a un cierto porcentaje de decisiones en nuestra vida y en el porcentaje restante necesitamos de la cooperación de otros.

Lo que podemos ver es que, diferente a lo que creemos, el éxito en las relaciones es responsabilidad nuestra, no de los otros, porque las reacciones surgen de nosotros, de nuestro inconsciente, de nuestro automático. En la medida en que nos enfoquemos en satisfacer nuestras necesidades, procurando la cooperación de otras personas, experimentaremos una reducción en los conflictos y un aumento en la calidad de nuestras relaciones.

Dependiendo de cómo manejemos las situaciones es que lograremos construir estas atmósferas agradables y amigables.

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En pareja es donde más aprendemos

Donde más se crece es con tu pareja por lo tanto hay que estar dispuestos, cuando queremos vivir en pareja o en familia y saber que nuestro principal maestro es a quien elegimos para amar.

Cuida tu relación con dedicación y cariño, quieres ser rey

Hay un dicho popular que creemos que es muy importante: Las relaciones son como una planta, se tienen que regar día a día para que estén fuertes y sanas. Lo mismo ocurre con el mundo de la pareja. Es importante cuidar de ella a diario para conseguir que esta «planta» que estás creando entre los dos esté en perfectas condiciones.

Con esto no estamos diciendo que cada día tengas que hacer algo especial pero, sí, que tengas detalles el uno con el otro que sean íntimos y románticos.

Tener intimidad real, dejarnos vulnerables con él otro que es por ahí dicen tu otra mitad, sea o no es con quien elegiste pasar tu vida, hacer proyectos, tener hijos, encuerar el alma

La comunicación en la pareja es muy importante.

Que aprendas a comunicarte. Esto es muy importante para poder tratar cualquier tema, por peliagudo que sea, con determinación y respeto.

Hay muchas personas que evitan hablar de sus sentimientos por miedo a «discutir». Temas tabúes y básicos dinero y sexo.

Pero tenemos que tener muy claro que expresarse no es discutir ni tampoco tiene por qué derivar a ello. Aprender a hablar, a expresarnos y comunicarnos es vital para que una pareja tenga presente y futuro.

Qué puedes hacer para que tu compañero sea afortunado de tenerte a su lado

Cuidar la relación día a día ideas que te ayudarán a que puedas cultivar una relación positiva con tu pareja:

  • Sé detallista: a todos nos gusta que nos sorprendan, ¿verdad? Así que intenta explotar esa parte de ti mismo y, con eso, conseguirás que tu pareja se sienta feliz y muy querida. Por ejemplo, puedes sorprenderle con un mensaje en el móvil donde le digas lo mucho que le quieres, puedes dejarle una carta de amor o una frase bonita junto a su desayuno, puedes sorprenderle con una cena romántica, escaparse de fin de semana. besarse, abrazarse, ayudarse a tomar decisiones, salir al cine, piensa que te gustaría que te den y dáselo a tu amor….. Estos pequeños detalles son los que marcan la diferencia y hacen que tu relación esté fuerte. Son muchas las ideas que puedes llevar a cabo para sorprender a tu pareja. Hazlo y hazte feliz.
  • Ten interés por su vida: también es un punto muy positivo mostrar interés por su vida, aunque esta sea ajena a tu vida en pareja. Preguntarle por el trabajo y ayudarle si necesita ayuda, aconsejarle (si te lo pide) en aspectos que influyan en su vida familiar o amistades, etc., demostrará lo mucho que te interesas por esa persona y tu empeño en ayudarle a que sea feliz.
  • Dale espacio: es importante, también, que le brindes espacio a tu pareja para que pueda tener su vida y su independencia. Una relación demasiado cerrada o dependiente es tóxica y terminará por cansar a alguno de los dos. Por eso, lo mejor es que sean compañeros de vida pero, siempre, manteniendo tu individualidad e independencia.

Comparte sus aficiones: también es interesante que te involucres en sus hobbies y aficiones. No hace falta que siempre juegues con él pero sí que, de vez en cuando, te animes a hacer una partida y pasar un rato juntos. Es importante que te involucres pero que siempre le dejes su espacio.

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¿Te ves atraído por tener relaciones destructivas, y ni siquiera te haz dado cuenta?

Cualquiera puede sentirse atraído por una persona que no le conviene. No todas las malas parejas, son relaciones destructivas.

Pero hay personas que pasan por muchas relaciones destructivas y no se sienten cómodas en una relación sana.

Esto último suele ser porque se han acostumbrado a experimentar el amor con esa adrenalina de las relaciones destructivas,

La lucha por merecer el amor, y al no sentir dolor puede que digas “hoy no siento que me quiera” y la esñetanza del día en que llegue ese gesto y te dices “sí, en el fondo me quiere”.

Una relación sana, con sus altibajos normales, no proporciona esa intensidad de emociones. Tal vez esa adrenalina es a lo que te haz acostumbrado.

En algunos casos puede que dejes las relaciones sanas porque crees que falta pasión y que no funcionan.

¿Cómo detectar si eres adicto a las relaciones destructivas?

En términos generales y muy escuetos te exponemos algunas de las características de las personas que son proclives a caer en las relaciones destructivas.

  • Muy baja autoestima: Tal vez eres una persona que crees tener suerte si alguien se fija en en ti y te dices algo como: “Si dejo la relación ¿Quién me querrá?”.
  • Síndrome del salvador: Puede que seas una persona que te reafirmas ayudando a alguien, lo cual es positivo. Pero puede ser que seas “salvador@ constante” y te sientes atraíd@ por personas desvalidas, con alguna adicción o problema personal, etc. Y quieres ayudar aunque el otro no lo desee, por lo que abandonas a ti mism@.
  • Tal vez vienes de padres muy autoritarios o hijos muy demandantes:Padres o hijos con los que tienes que ser y hacer como ellos quieren o no merecerás su amor. Y crees que el amor hay que ganárselo y hacer méritos para merecerlo.
  • Puede que te encante y disfrutes el rol de víctima.

Una relación destructiva puede tener consecuencias aún más graves en tu vida, ya que esta situación no sólo afecta tu vida en pareja sino que puede perjudicarte en todas las demás áreas.

Ninguna relación sana o equilibrada implica maltratos, control exagerado o humillaciones.

Si una relación te hace sentir triste o poco valios@, no merece la pena seguir en ella.

Vale la pena conocer el origen de esta situación, con frecuencia las personas que tienen este tipo de relaciones lo aprendieron en casa con sus padres.

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Tips para superar una relación destructiva

La clave para superar esta situación. Trabaja en tu autoestima. Reconoce tu valor

Confia en que puedes relacionarte con una persona sana.

Las relaciones deben ser constructivas

Ambas personas deben apoyarse para crecer y mejorar.

Tanto hombres como mujeres podemos ser agresivos o pasivos.

Para bailar tango se necesita de dos personas.

Creer que el amor hará cambiar las actitudes o adicciones del ser amado

Existe más de una forma de relacionarse:

  • Las relaciones funcionales, son aquellas en las que se mantiene un equilibrio, donde las personas involucradas tienen una autoestima sana y gracias a ello se relacionan sanamente, se apoyan e impulsan para crecer y tienen un proyecto de vida en común.
  • Las relaciones disfuncionales, son aquellas en las que las personas discuten demasiado y viven en tensión frecuente debido a su incapacidad para relacionarse adecuadamente, no tienen un proyecto de vida en común y constantemente tienen problemas.
  • Las relaciones destructivas, son aquellas en las que una o ambas personas buscan destruirse a sí mismas o a la otra persona de manera constante e inconsciente debido a su baja autoestima.

Es común que dentro de las relaciones se presenten conflictos, al final nadie es perfecto ni tiene porque serlo, sin embargo hay situaciones en las que la tensión y los conflictos dejan de formar parte de los procesos de una relación normal y pueden indicar que nuestra relación más allá de ser solamente disfuncional, puede ser realmente destructiva.

Debemos recordar que las relaciones son de dos y que ambas personas son responsables de lo que ocurre dentro de la vida en pareja.

Cuando ya llevas cierto tiempo con una persona, a veces, parece que el amor se desinfla y que esa pasión y esa alegría del principio queda en un segundo plano.

Nos acostumbramos muy rápido a las personas y, por eso, puedes dejar de tener ese toque «especial» y «único», algo que puede afectar a tu relación de forma muy notoria.

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No importa el tiempo que lleves, siempre hay manera de vivir feliz con tu pareja

¿Sabías que puedes ser feliz con tu pareja aunque lleven muchos años juntos?. Lo cierto es que tan solo dependerá de ustedes dos:

Ganas, energía y entusiasmo son los ingredientes básicos para que tu pareja funcione durante mucho, muchísimo, tiempo.

Aunque no existe la fórmula mágica de la felicidad, sí que hay algunos elementos que tú puedes llevar a cabo y conseguir hacer que, tanto tu vida como la de tu pareja, sea más alegre y positiva.

Al fin y al cabo, nosotros somos los dueños de nuestro destino y, por tanto, ser feliz o no depende solo de nosotros mismos.

A mantener vivo tu amor y seguir siendo los mejores compañeros el uno para el otro.

Quiérete mucho

Aunque parezca algo contradictorio, lo cierto es que para poder ser feliz con tu pareja es imprescindible que seas feliz contig@ mism@. Es imposible que quieras a alguien de forma sana si, primero, no te quieres a ti. Por eso lo primero es que cuides de ti, cuides de tu cuerpo tanto a nivel mental, como físico, como espiritual.

Practica una actitud respetuosa y amorosa contigo para, así, poder tener esa misma actitud con tu pareja.

Recuerda: el cambio empieza en ti mismo así que no te dejes en segundo plano.

Un rato cada día con tu pareja

Sabemos que esto puede ser algo complicado pero, lo cierto, es que es importante que intentes reservar un rato especial de forma diaria (si viven juntos) o varias veces a la semana (si vives separados). Con esto harás que, pese a la rutina y la monotonía, siempre tengas un momento para estar juntos, para disfrutar de su compañía, de una charla o de un café. Estos ratos son necesarios para fortalecer su vínculo y sentir que juntos son un equipo fuerte y unido.

Aprende a discutir, hay que saber subiernos al rhin

Uno de los mejores consejos para ser feliz con tu pareja es que las discusiones sean controladas y racionales. Este es uno de los aspectos más difíciles de conseguir, lo sabemos, porque muchas veces entran en juego factores como el estrés diario, el cansancio, los reproches, etcétera. Sin embargo, es de vital importancia que aprendas a comunicarte de forma productiva y constructiva.

Si hay algo que te desagrada de tu pareja díselo de buenas maneras y, si reacciona mal, déjale un momento para que recapacite. Muchas veces podemos dejarnos llevar por el ímpetu o la ira pero esto es algo que debemos controlar para disfrutar de relaciones sanas.

No guardes facturas

Si tienes algo que sucedió, lo primero es esperar a un mejor momento para ambos, revisarte tu que pasó y desde donde salió ese enojo, ver la intencionalidad si tu lo generaste, tratar de encontrar que es tuyo y que es de la otra persona, tal vez invitarlo a dar una vuelta al parque al otro día y comentar lo que te pasa con lo que él o ella hace o hizo y que limpies y te hagas cargo de lo que te toca, porque hay un 50%,

Cuando vayas a la reunión lleva digerido el tema, ten un compromiso contigo, esta dispuest@ a escuchar y digerir para pedir perdón y hacerte cargo.

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Frases que te pueden ayudar en tu relación

Frases de la felicidad en pareja que pueden ayudarte a inspirarte y entender cómo puedes orientar tu relación para vivirla al máximo:

  • Las parejas felices no tienen el mismo carácter, tienen la mejor comprensión de sus diferencias
  • No hay parejas felices, solo hay personas felices que hacen una buena pareja
  • La felicidad no se da ni se regala: solo se comparte
  • No es que mi felicidad dependa de ti, es que mi felicidad te incluye a ti
  • El amor no tiene que ser perfecto, solo tiene que ser sincero
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10 maneras de convertirte en una persona positiva

Este artículo está especialmente dedicado a todos aquellos que estén pasando por un momento difícil o se consideran personas pesimistas. La verdad, hoy día es muy fácil sucumbir al pesimismo. Basta con encender la televisión o leer las portadas de los principales periódicos.

Con todo ello no incito a que dejes de estar informado, sino que dosifiques la información que entra por tus ojos y oídos, porque los humanos somos seres sociales y nos contagiamos con gran facilidad del estado de ánimo de personas o situaciones cercanas.

Te propongo 10 ideas, algunas de las cuales puedes poner en práctica ya mismo, para sentirte mejor, estar más alegre y confiar más en la vida.

  1. Júntate con personas positivas

La positividad se contagia. Los seres humanos contamos con las llamadas “hormonas espejo” que hacen que nos contagiemos de las emociones de los demás. Y por supuesto también te recomiendo alejarte de las personas negativas.

¿Suena fácil verdad? ¿Pero qué pasa si vives rodeado de personas negativas o trabajas en un entorno donde reina el enfado y la apatía? Está claro que no vas a poder controlar al 100% el entorno, pero sí puedes elegir a tus amigos, a personas con las que pasas tu tiempo libre. Tal vez esto suponga dejar de lado a ciertas amistades que no te aportan nada o te hacen sentir peor.

  1. Elige ver series de comedia, películas positivas o monólogos de humor

Otra idea sencilla. Como te decía antes, somos seres empáticos y poseemos lo que se llama “hormonas espejo”. Esas hormonas hacen que nos contagiemos con facilidad de los sentimientos y emociones de personas con las que estamos en contacto. Porque no siempre tienes cerca a esas personas positivas. Pero casi siempre tienes a tu alance las nuevas tecnologías: televisión, internet, páginas web y blogs como este están llenos de inspiración. Tú eliges como pasar tu tiempo libre.

  1. Respira de forma consciente, medita, da un paseo, haz deporte, baila, estira

Sí, eso también lo puedes hacer cuando estés de bajón o simplemente quieras subir tu ánimo. Y lo mejor de todo es que funciona. Puedes aprender a respirar de forma consciente o meditar a coste cero, realizando visualizaciones guiadas a través de Youtube.

Puedes poner tu música favorita ahora mismo en tu habitación y empezar a moverte. Es algo que puedes hacer desde ya, sin necesidad de apuntarte a clases de baile.

Estirar o hacer ejercicio te permite generar endorfinas, además tu salud te lo va a agradecer y podrás lucir un cuerpo más tonificado.

  1. Dedícate a algo que te apasione

Es importante sentirte bien con tu vida y con tu trabajo si quieres estar más optimista. Está demostrado que las personas que dedican algún tiempo de su jornada a hacer aquello que les produce más placer, son más positivas y felices.

Sería maravilloso que tu trabajo fuera tu verdadera pasión, pero en la vida real esto no siempre sucede. Afortunadamente tienes tu vida privada para realizar aquellas actividades que más placer te producen: tus hobbies.

El problema es que muchas veces no encontramos tiempo para nuestros hobbies y pasiones. Vivimos tan acelerados que nos olvidamos de nosotros mismos y luego nos extrañamos de que estemos todo el día de mal humor.

  1. Establece tus verdaderas prioridades en la vida

Se trata de descubrir qué es lo que te hace realmente feliz, qué necesitas. Desechar todo aquello que te resta. Dejar de vivir como los demás piensan que debes vivir y empezar a vivir tu propia vida.

¿Alguna vez te has parado a pensar qué es lo que más te preocupa en la vida? Muchos vivimos en piloto automático, de la casa al trabajo, del trabajo a la compra… Nos volvemos adictos a cosas “necesarias”, “productivas” pero algunas veces también nocivas para nuestra salud y bienestar.

¿Te dedicas el tiempo suficiente? ¿Tienes cubiertas tus necesidades esenciales? ¿O te pasas el día preocupado por los demás, atendiendo necesidades de otros y poniéndote siempre en el último lugar?

  1. Confía en el futuro, en la vida

Se trata de cambiar de actitud. Como ves, hemos empezado por cosas más externas como actividades puntuales que puedes realizar para sentirte mejor al instante. Pero también es necesario trabajar cómo piensas, qué actitud tienes frente a la vida, cómo te enfrentas a las dificultades.

Una de las cualidades básicas de las personas optimistas es pensar que todo lo que te ocurre, por malo o negativo que te parezca en estos momentos, tiene un sentido. Se trata de vivir la vida llenándola de sentido, buscando ese significado en cada cosa que te sucede.

  1. Genera auto confianza

Una cosa es tener fe en la vida, en que todo lo que ocurre, ocurre por tu bien. Pero también es necesario tener esa fe en ti mismo. Se trata de tu resiliencia, saber que tendrás la fuerza necesaria para afrontar cualquier situación, por complicada que te parezca.

Para ello puedes buscar tus propios ejemplos de superación o inspirarte en otras personas. Si algo tiene de bueno Internet es que tienes toda la información a tu alcance: historias de personas maravillosas, que han sabido sobreponerse a las mayores adversidades. Esto te llena de energía y te hace confiar en ti. Si otros han podido, ¿por qué́ tú no?

  1. Prueba cosas nuevas, sal de tu zona de confort

La idea es dejar de repetir los mismos patrones. Encontrar algo de emoción en las cosas.

Cuando pruebas algo nuevo, sales de tu zona de confort, te enfrentas a retos y cambios, empiezas a entrar en la apasionante zona de aprendizaje. A muchos nos asusta hacer cambios en nuestra vida, pero cuando ves que eres capaz de cambiar, de conseguir cosas nuevas, te sientes más motivado y sobre todo, confías más en ti mismo.

Las personas optimistas se atreven a hacer más cosas simplemente porque creen que el resultado va a ser positivo para ellos. Y aunque tú no seas tan optimista a priori, cuantas más veces te atrevas a salir de tu zona de confort, más resultados positivos verás en ti y más querrás seguir haciéndolo.

  1. Prepara proyectos, personales o profesionales

Las personas optimistas nunca están estancadas, siempre buscan retos nuevos, siempre tienen ideas, están llenas de propósitos y de planes. Puede tratarse de organizar viajes, fiestas, reuniones, actividades, etc.

Cuando proyectamos algo al futuro, tenemos dos opciones: imaginar que irá bien o que irá mal. Si pensamos que irá mal, normalmente no lo hacemos o no le ponemos ganas. En cambio, cuando pensamos que puede salir bien, nos ilusionamos con esos proyectos y ponemos lo mejor de nosotros para conseguirlo.

Lo importante aquí́ es que eso que proyectas te motive, que tenga una verdadera recompensa de algún tipo: emocional, intelectual, física, etc.

  1. Ayuda a los demás

Preocuparse por otras personas o ser altruistas es una de las claves fundamentales para el optimismo. Pensar en los demás te aleja de tus propios problemas y te hace ver que eres útil para otras personas. Además te haces consciente de que tus preocupaciones muchas veces no son reales, sino imaginarias, cuando ves problemas reales de la gente.

Pero cuidado, no lo confundas con dejar de pensar en ti mismo y ponerte en el último lugar. Lo primero son tus propias necesidades y prioridades, tus hobbies o tus proyectos. Te recomiendo reservar una parte de tu tiempo a actividades altruistas como voluntariado, asociaciones sin ánimo de lucro, etc.

¿Vivir sin miedos nos hace más optimistas?

Te podría decir que vivir sin miedos es la solución para ser positivo siempre. Como los niños, que aún no han aprendido lo dolorosa que puede ser la vida y viven felices y sin miedo en su inocente inconsciencia. Pero no voy a decirte eso. Es imposible vivir sin miedos, todos los tenemos de una forma u otra. La cuestión es convivir con esos miedos, tratar de que no nos aplasten. Hacernos amigos de ellos o comprender para qué están aquí́.

Y por último, no te obsesiones con estar positivo siempre. Es algo irreal. La vida es cíclica, la vida puede dar muchas vueltas y la muerte es algo inevitable. Por ello, piensa que estar siempre positivos ni es necesario ni es positivo. Esa idea te permitirá́ relajarte y vivir la vida con conciencia y tranquilidad.

Recuerda que tu actitud depende sólo de ti, independientemente de la situación que te haya tocado vivir. Como decía el gran Víctor Frank, un psicoterapeuta austriaco que vio morir a toda su familia en el campo de concentración nazi, y autor del imprescindible libro “El hombre en busca de sentido”, «pueden quitarnos todo, pero nunca nos podrán quitar nuestra libertad de elección».

La elección es tuya. Tú eliges como quieres interpretar tu vida: si verla en colores oscuros o claros. Yo te invito a buscar lo positivo en cada situación, porque es algo que casi siempre funciona.

Fuente: http://www.upsocl.com/colaboracion/10-maneras-tremendamente-efectivas-de-convertirte-en-una-persona-positiva/?utm_source=hootsuite

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4 creencias que te limitan para tener éxito, dinero y amor

¿Te ha pasado alguna vez que las cosas empezaban a irte bien, que estabas teniendo por fin esa pareja con la que habías soñado, o empezabas a ganar más dinero de lo esperado, o estabas de repente teniendo éxito en tu trabajo… y de pronto ocurría algo y todos esos logros en el amor, dinero o trabajo desaparecían como por arte de magia?

¿Por qué a los seres humanos nos cuesta ser felices todo el tiempo y disfrutar?

La respuesta está en la supervivencia. Durante cientos de miles de años el ser humano ha tenido que luchar para sobrevivir. De hecho la esperanza de vida hasta hace un par de siglos era muy baja. Ya lo dijo Darwin: No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio. Y la vida en la tierra no ha sido tan fácil. Sólo el que evolucionaba se quedaba.

Sin embargo nuestra mente, especialmente nuestro cerebro reptiliano, el que está enfocado en sobrevivir y no ser feliz, es el que nos mantiene en un constante estado de alerta. Heredamos de nuestros antepasados el miedo, los peligros, los infortunios, los traumas que ni siquiera conocemos, que se quedan impregnados en nuestro ADN.

Y ahora que ya sabes todo esto, paso a hablarte de las 4 creencias que nos bloquean y sabotean nuestra felicidad y éxito en distintos ámbitos de la vida.

Creencia 1: “Algo no está bien en mí”

Ésta es una creencia muy arraigada, muy típica, muchos, por no decir la mayoría de los seres humanos, nacemos con ella. Y digo nacemos porque se trata de que traemos una culpa inconsciente, que no sabemos de dónde parte, y que nos hace sentir malos o no suficientes en esencia, poco merecedores, indignos…

Esto puede tener por supuesto influencias religiosas que no tienen por qué ser nuestras, sino de nuestros padres, abuelos y bisabuelos que han vivido con miedo y para los que la palabra “pecado” era algo que temían y que pesaba sobre sus cabezas.

Significa que aún antes de nacer, incluso en el vientre materno o en el momento de ser concebidos no fuimos deseados o hubo un conflicto en la vida de nuestros progenitores que éstos trasladaron al futuro bebé de manera inconsciente.

Un niño que nace en un seno familiar donde hay conflictos en la pareja, si no ha sido deseado por uno o ambos progenitores, si su llegada al mundo supuso algún drama familiar o si lo nació en circunstancias adversas (por ejemplo una guerra o una difícil situación económica), lleva la carga inconsciente de que tiene la culpa de que su familia no sea feliz a raíz de su nacimiento.

Puede que conozcas las circunstancias de tu concepción y nacimiento pero puede que no. En realidad lo que importa es que te preguntes honestamente: ¿me siento poco merecedor de éxito y no sé por qué? Si este es tu caso, trabajar con esta creencia sería de gran utilidad para ti.

Creencia 2: “Lealtad a mi clan”

Esta creencia es muy potente también porque tiene que ver con el amor y la lealtad a tu familia, tanto la actual como la de tus antepasados que ya ni siquiera están vivos. Los lazos familiares son muy fuertes y como explica el transgeneracional, existen programas inconscientes que influyen directamente en multitud de acciones, pensamientos, creencias y emociones que traemos de serie.

Además, el ser humano tiene una gran necesidad de pertenencia. El rechazo y la soledad es uno de los miedos más grandes que tenemos las personas. De ahí que sentirnos amados y aprobados por nuestro clan familiar es tan importante.

¿Pero qué pasa cuando esa lealtad a tu familia hace que no progreses en tu vida? ¿Qué ocurre cuando tener éxito en las finanzas supone ganar más que tus padres, hermanos o ancestros? ¿Qué sucede cuando en la historia de tu familia todas las mujeres se quedaban viudas y no eran felices en el amor o todas las relaciones acababan en ruptura y de repente tú estás gozando de una relación de pareja plena?

A menudo nos ocurre que inconscientemente sentimos que estamos fallando a nuestra familia por tener demasiado éxito en ciertas áreas de nuestra vida y auto saboteamos el éxito mediante peleas, discusiones o miedos irracionales.

Si ahora te has dado cuenta de que el área de tu vida que más saboteas tiene que ver con serle leal a tu clan, necesitas trabajarte esta segunda creencia para que no te bloquee en el futuro.

Creencia 3: “Mi éxito es una carga para los demás”

Esta tercera creencia es también muy común, conocida también como el miedo al éxito. En principio parece paradójico: todos queremos triunfar. Sin embargo alrededor de la palabra éxito existen muchas creencias limitantes y algunas de ellas tienen que ver también con nuestra familia.

Tiene mucha relación con la primera creencia en el sentido de que si nuestro nacimiento (algo que debería considerarse un éxito: una nueva persona viene al mundo) ha sido visto como una carga (es decir, ha supuesto dificultades añadidas a nuestros padres, porque no tenían dinero, tiempo para nosotros o porque fuimos niños “difíciles”), entonces puedo asociar la idea del éxito con la idea de carga.

Los seres humanos tenemos la capacidad de elegir siempre: puedo ver la parte positiva del éxito, así como la negativa. Es cierto que triunfar conlleva ciertas responsabilidades o visibilidad, por ejemplo a nivel profesional, pero soy yo quien decide si centrar mi atención en la parte positiva o la negativa.

Si tienes miedo al éxito o lo consideras una carga, puedes indagar sobre tu nacimiento, sobre lo que significaste para tus padres… pero no te quedes ahí, recuerda que lo importante es trabajarte las creencias saboteadoras que detectes en ti.

Creencia 4: “Si tengo éxito en la vida, no dejaré a otros brillar”

Aquí ya hablamos más de una creencia adquirida, especialmente en los primeros años de la infancia. A muchos nos enseñaron que no debemos brillar, que no debemos mostrar nuestra valía, que debemos parecer humildes, no destacar… porque si destacamos haremos sentir incómodos a otros.

Así, algunos nos hemos pasado la vida en segundo plano, temiendo molestar a otros con nuestra luz, no mostrando nuestros talentos, rebajando nuestras cualidades y haciendo de la modestia más extrema nuestra mayor virtud.

Es cierto que cuando brillas puedes molestar a alguien, pero esas personas seguramente no serán las que tengan que quedarse a tu lado. Es verdad que destacar tiene un precio y que a aquellos que no se permiten brillar tu éxito puede hacerles sentir inferiores. Pero lo que no podemos permitir es dejar de ser nosotros, porque en mi humilde opinión creo que todos hemos venido a brillar a este mundo.

No me refiero a brillar en el sentido egoísta, sino brillar con luz propia, mostrando lo mejor de nosotros al mundo, llevando nuestros talentos a los demás. Absolutamente todos tenemos talentos, capacidades, fortalezas… y reprimirlo sólo por el hecho de que pienso que a alguien le va a molestar, es totalmente absurdo.

Al fin y al cabo cuando estemos despidiéndonos de este mundo, nos preguntáramos seguramente: ¿Ha valido la pena mi vida, he dejado este mundo un poquito mejor, he aportado valor a otras personas?

Lo más doloroso sería arrepentirnos de no haber vivido nuestra propia vida por miedo al qué dirán, por miedo a la no aprobación de nuestra familia o porque nos hemos pasado la vida sintiéndonos un fraude o una carga para los demás.

Fuente: https://saulperez.com/creencias-exito-dinero-amor/